Son cada vez más las evidencias de que el bipartidismo en
nuestro país no es una alternancia entre dos opciones diferentes. No nos
engañemos, a la hora de la verdad, los dos grandes partidos hacen la misma
política y se ponen de acuerdo para votar las mismas cosas. Tal vez el ejemplo
más claro sea la privatización de los servicios públicos, que comenzó ya en los
años 80 bajo el mandato de Felipe González (PSOE). Desde entonces, nuestros
gobernantes han vendido a precio de saldo las compañías de los sectores más
importantes: electricidad, gas, petróleo, transporte, telecomunicaciones...
Pero, por si hacían falta más pruebas, últimamente hemos oído a representantes
de ambos partidos afirmar que estarían dispuestos a pactar (sí, sí, entre
ellos).
Las políticas neoliberales de los dos partidos hasta ahora
mayoritarios son las que nos han conducido a esta dura crisis de la que, no nos
engañemos, no hemos salido, y cuyas consecuencias seguimos pagando los
ciudadanos, mientras que aquellos que la provocaron han conseguido enriquecerse
aún más. Esta situación se ve agravada por los numerosos casos de corrupción
que han salido a la luz (y siguen saliendo). En palabras de Alberto Garzón, el
PP no es un partido político, es una trama de corrupción que se presenta a las
elecciones. Cada día es más evidente.
Pero si algo positivo ha tenido la dura crisis que venimos
padeciendo es que nos ha permitido mirar con ojos mucho más críticos la
realidad que nos rodea. Ahora comenzamos a pensar en las posibles alternativas.
Lo vemos en el seguimiento que tienen partidos antes minoritarios o incluso
inexistentes, lo vemos en las asociaciones, colectivos y movimientos ciudadanos
que surgen para dar respuesta a problemas que desde las instituciones no
solucionan.
Ahora bien, no olvidemos que la unión hace la fuerza, no
podemos luchar por un cambio si no nos unimos para hacerlo. Los partidos de IZQUIERDA,
junto con los movimientos sociales, junto con todas aquellas personas que a
título particular se unen a nosotros, tenemos el deber moral de acercar posturas
y unirnos con un objetivo común: echar al PP de las instituciones.
Nuestra comunidad y nuestro municipio ya han sufrido durante
demasiado tiempo las políticas desastrosas del PP. Las políticas de austeridad,
de recortes, privatizaciones y absoluta falta de iniciativas o soluciones.
En estos últimos cuatro años, el partido popular de Portillo
no sólo no ha cumplido con su programa electoral (y lo ha admitido
públicamente), sino que se ha limitado a un trabajo de mínimos, rechazando
sistemáticamente las propuestas de la oposición, para luego apropiárselas como
ideas suyas.
Es tiempo de cambio. Es tiempo de IZQUIERDA. La izquierda no
es sólo una situación geográfica, la izquierda es una concepción ética, la
izquierda es una forma de entender la política, la izquierda es justicia
social, es solidaridad, es lucha. Izquierda es lo que la asamblea de Izquierda
Unida en Portillo ha hecho durante los últimos cuatro años. Izquierda es lo que
defienden las candidaturas de Toma La Palabra en la provincia de
Valladolid y Convergencia por Castilla y León: Izquierda Unida – EQUO en
Castilla y León.
Ahora más que nunca, acude a votar, no dejes que otros
decidan por ti. ¡¡¡VOTA!!!